El Moodboard: ¿Para que sirve y como lo hacemos?

En el mundo del diseño, ya sea de interiores o gráfico, una de las herramientas más valiosas para cualquier creativo es el moodboard. Esta herramienta visual no solo te ayuda a definir el estilo y la dirección de un proyecto, sino que también sirve como una guía clara que comunica tu visión de manera efectiva. En este post te lo contamos todo, desde qué es un moodboard, para qué sirve, y cómo puedes crear uno para tu próximo proyecto.

¿Qué es un Moodboard?

Un moodboard, o "tablero de inspiración," es una recopilación de imágenes, colores, texturas, tipografías, y otros elementos visuales que representan el estilo, el tono, y la atmósfera de un proyecto. Se utiliza para plasmar ideas abstractas en una representación tangible, facilitando la comunicación de la visión creativa tanto para el diseñador como para los clientes o equipos de trabajo.

¿Para qué sirve un Moodboard?

  1. Definir el Estilo y la Dirección del Proyecto: Un moodboard te permite experimentar con diferentes combinaciones de colores, estilos, y elementos antes de comprometerte con una dirección específica.

  2. Comunicación Visual: Es una herramienta esencial para comunicar tu visión a cualquier persona involucrada en el proyecto. Un moodboard bien elaborado asegura que todos estén en la misma página desde el principio.

  3. Inspiración Continua: Mantener un moodboard a la vista durante todo el proceso creativo te ayuda a mantenerte enfocado y a no desviarte de la visión inicial.

  4. Toma de Decisiones: Facilita la toma de decisiones durante el proceso de diseño, ya que proporciona un punto de referencia visual para evaluar si las nuevas ideas o elementos encajan con la visión general.

¿Cómo hacer un Moodboard?

  1. Define el Propósito del Proyecto: Antes de comenzar, es fundamental tener claro qué deseas lograr con tu proyecto. Por ejemplo los objetivos, el público objetivo, y el mensaje que quieres transmitir.

  2. Recopila Material Visual: Busca imágenes, colores, texturas, tipografías, patrones, o cualquier otro elemento visual que represente la atmósfera que deseas crear. Puedes usar revistas, sitios web como Pinterest, o tus propias fotografías.

  3. Selecciona y Filtra: No todo lo que recopiles entrará en el moodboard. Selecciona solo los elementos que realmente encapsulan la esencia del proyecto. Menos es más; enfócate en la calidad y coherencia de los elementos.

  4. Organiza tu Moodboard: Existen diferentes maneras de organizar tu moodboard. Puedes hacerlo de forma digital usando herramientas como Figma o Pinterest, o de manera física, pegando recortes en un tablero o cartulina. Lo importante es que sea clara y coherente.

  5. Refina y Revisa: Una vez que tengas tu moodboard montado, tómate un tiempo para revisarlo. Asegúrate de que cada elemento contribuya a la visión global. No dudes en ajustar o eliminar elementos que no encajen bien.

Algunos consejos para un buen Moodboard

  • Sé Específico: Enfócate en una temática o concepto claro y evita mezclar estilos que puedan crear confusión.

  • Juega con la Composición: La disposición de los elementos también comunica mucho. Experimenta con la jerarquía visual para dirigir la atención hacia lo más importante.

  • Incorpora Textos: Añadir palabras clave o frases cortas que describan la atmósfera o los conceptos principales puede enriquecer tu moodboard.

    Recuerda que un moodboard es mucho más que un collage de imágenes bonitas; es una herramienta estratégica que ayuda a definir, comunicar, y mantener la visión de un proyecto. Ya sea que estés diseñando un espacio o creando una campaña de marketing, un buen moodboard te servirá como un mapa visual que guiará cada decisión creativa.

Anterior
Anterior

¿Funcional ≠ Estético?:

Siguiente
Siguiente

5 tips para emprender